lunes, 22 de enero de 2007

Delhi - India


Comienza la aventura asiática!! hace tres días que llegué a Delhi, la ciudad del caos (no hay otra palabra mejor para describirla), y aún estoy recuperandome del jet-lag, no tenía ni idea q pudiera trastocarme tanto el sueño y el apetito.

Aquí tienes que tomarte las cosas con mucha, mucha calma. Nada tiene un precio fijo y cualquier cosa que vayas a hacer se convierte en una continua aventura. Hoy he intentado, x segunda vez y sin éxito, comprar un billete de tren en la estación central pero en ambas ocasiones el conductor del tuk-tuk (moto-taxi) me ha llevado a una agencia de viajes donde querían timarme. Espero que la tercera sea la vencida; eso sí, siempre tomandome las cosas con paciencia y sin nervios pues aquí las prisas no sirven para nada.
Mientras tanto,  aprovecho para conocer un poco la ciudad, suelo pasear por las calles cercanas al hostel y cuando me canso de caminar me siento en algún chiringito a tomar un Chai (té al estilo indú) y observo el ir y venir de la gente. No pasa mucho tiempo sin que alguien se acerque para venderme algo o pedirme limosna; al principio me preguntan de dónde vengo, cúanto llevo aquí y demás boberías, hasta que, al final, te ofrecen incienso, bisuteria, ropa, etc., y no importa si les digo que no quiero comprar nada, que ya han venido cuatro para venderme lo mismo en el rato que llevo sentado aquí y que no les he comprado nada. A ellos les da lo mismo, siguen el guineo una y otra vez hasta que se aburren o ven a otro turista. He visto ya a varios guiris perder los nervios sin que ello aleje a estos personajes. Así que he optado por tomarmelo con calma y en vez de decirles que no quiero nada, les hago las mismas preguntas que ellos a mí y para mi sorpresa veo como al principio se extrañan y luego se ríen al ver que los imito. Algunos me dejan para ir detrás de otro turista pero otros se quedan conmigo hablando como si fuera un amigo, yo les invito a un Chai y charlamos un rato.

Dentro de uno o dos días, cuando consiga de una vez comprar el billete de tren, iré hacia el norte buscando algo mas tranquilo y bonito. Me han hablado de un pueblo en el nacimiento del Ganges, Rishikesh, donde muchos europeos van para hacer yoga y meditar.

4 comentarios:

MAR dijo...

Ahí estás Marcello!! bienvenido a la dolce vita asiática!!... ahora toca seguir realizando sueños... seguir agradeciendo a la vida todo lo que nos regala... y también te toca seguir escribiendo en tu blog, porque desde lejos pero cerca quiero compartir algunas de tus aventuras...
desde La Aldea te mando un abrazo grande...
mar...

Laura Rodriguez dijo...

también desde madrid hay mucho interés por esos viajes alucinantes por oriente. hace tiempo me leí un libro de antonio tabucchi (escritor italiano, el libro se llama NOTTURNO INDIANO) que hablaba de la india, sus entrañas, tejemanejes y peripecias. transmitenos sus olores, por aquí por madrid necesitamos aromas que nos hagan olvidar la contaminación y el estrés. un besazo marcello!!

Mary dijo...

y tb desde Gran Canaria seguimos tus pasos...:-)

jose dijo...

Doramas, my darling. Acabo de leer tus aventuras y son alucinantes.Te envidiamos todos sanamente y te animamos para que sigas tu deambular por esos mundos lejanos y tan cerca de ti ahora. Aquí nosotros continuamos con las buenas costumbres de comer y beber y fumar sin parar con absoluto desenfreno que ya sabes tú cono las gastamos en esta casa de sardina mirando al mar, este océano atlántico nuestro que cualquier se va a meter por las ventanas de esta mi humilde morada. Besos y abrazos de Sonia, Jaco, Jose Alberto, Carolina, Pepe, que fueron los comensales que me acompañaron hoy a la mesa, y muchos más de mis partes, las más nobles. Bueno, ya son aristocráticas. Esto te va en el correo de Pepe, el del Sur.:) Muá, muá y requetemuá.