sábado, 31 de marzo de 2007

Hanoi - Vietnam


Hanoi aún conserva un aroma colonial legado por su antigua relación con Francia, casas viejas de estilo europeo y calles adornadas por viejos árboles dan un toque dulce al casco antiguo. La vida transcurre despacio por aquí, la gente prefiere sentarse en las aceras a tomarse un café frío y conversar tranquilamente, supongo que el bochorno ayuda a tomarse las cosas con calma. Hay muchos puestos de comida por las calles y aún puedes ver muchas mujeres caminando con los típicos sombreros de mimbre y vendiendo flores o fruta. Pero se ha cambiado la bici por la moto, quitando algo de tranquilidad y belleza a la ciudad. Parece que la nueva afición de los vietnamitas consiste en conducir como suicidas por calles congestionadas mientras tocan la pita constantemente. También pasean por sus calles muchos turistas y eso que es temporada baja, Vietnam se ha convertido en el nuevo paraíso turístico... Tailandia ya está muy vista.
Ayer me pasó algo muy triste... me robaron la cámara de fotos en un descuido. Lo peor es que perdí todas las fotos que hice durante el viaje y mira que me lo advirtió mi madre: "graba las fotos en un cd que nunca se sabe!!". Parece que hay mucho raterillo suelto a la caza de un guiri despistao y ayer me tocó a mi. Aún así, estaré por aquí unos cuantos días más y luego voy para Ha long, uno de los sitios más bonitos y conocidos de este país, una enorme bahía con infinidades de pequeños islotes donde navegan viejos botes repletos de turistas.

P.d.- las fotos que he puesto ahora no son mías aunque ya me gustaría, las saqué de internet pq ahora no tengo cámara. A ver si un día de estos me compro una.

sábado, 24 de marzo de 2007

Guilin - China

  La ciudad no tiene nada de especial pero basta con salir a las afueras para descubrir un paisaje de fábula donde no dejas de flipar ni un momento, todo el tiempo con la cámara en la m Me quedé unos días en un pueblito a orillas del río donde aún aran la tierra con bueyes y flipé con la hospitalidad de la gente.
ano. Uno de los paisajes mas alucinantes que haya visto en mi vida. La región está salpicada de solitarias montañas afiladas que más parecen enormes piedras caídas del cielo. Uno de los mayores espectáculos de la zona consiste en navegar por el río, este serpentea a través de una multitud de rocas inmensas y en donde aún puedes ver a pescadores en barcas de bambú.
 Un día estaba paseando por las estrechas calles del pueblo cuando me topé con una viejita que me pidió tabaco, era bajita pero enérgica y con la cara arrugada como una pasa, al decirle que yo no tenía tabaco pues no fumaba (todo esto con gestos) ella me señaló la tiendita de la esquina; o sea, no tenía escapatoria. Yo me sentía extrañado de que alguien me abordara en la calle pues los chinos son bastante reservados pero a la vez alegré de poder trabar algún tipo de conversación aunque solo fuera mediante gestos. Y para mi sorpresa ella me invitó a su casa para cenar, allí pude conocer a toda la familia y mientras cenabamos un poco de arroz con verduras yo les iba explicando mi viaje mediante dibujos en una hoja y gestos exagerados. No estoy seguro de que entendieran algo de lo que trataba de contarles pero al menos conseguí sacarles algunas risas con mis dibujos.


Dentro de tres días cruzaré la frontera con Vietnam y espero encontrar más sorpresas. A ver que pasa!!

sábado, 17 de marzo de 2007

Chengdu - China

Esta ciudad en mitad de China no parece muy comunista; todo lo contrario, es una gran urbe de rascacielos y amplias calles en donde puedes encontrar un centro comercial en cualquier esquina. Por las calles del centro circulan coches caros y las aceras están abarrotadas de gente. Se me hace demasiado moderna para mi gusto. Casi nadie habla inglés por lo que tienes q ingeniartelas para hacer cualquier cosa: encontrar un hotel o comprar comida. El día q llegué aquí estuve 3 horas para comprar un billete de tren: primero tuve que encontrar el sitio donde vendían los billetes y luego hacerle entender dónde quería ir, y eso que la chica hablaba inglés (eso dijo ella aunque yo no lo tengo muy claro)!!.
Algo q me sorprendió y q agradecí fue la visita a un zoológico donde pude ver al oso panda. Por un tiempo conseguí olvidarme del ruido y el caos de la gran ciudad.

Dentro de dos días cogeré el tren rumbo al Sur para buscar algo más rural y tranquilo, cerca de la frontera con Vietnam, donde los pueblos aún conservan sus costumbres milenarias y sus gentes conviven en un entorno de gran belleza (o eso dicen). El problema es que en 10 días se me acaba la Visa, así que tengo que cruzar la frontera con Vietnam para luego volver a China y visitar con tranquilidad esos remotos pueblos de los que tanto se habla.

viernes, 9 de marzo de 2007

Tibet


Hace dos días que llegué a Lhasa, la capital sagrada del Tibet, y aún estoy cogiendo resuello!! es increible la inmensidad del Himalaya: una muralla de roca y nieve q parece tocar el cielo y donde solo se escucha el sonido del viento. Te sientes fuera de lugar, como si te hubieses equivocado de planeta, y no dejas de preguntarte como pueden vivir los tibetanos en un lugar tan salvaje y frío. Para cruzar esta impresionante muralla natural hay q superar las 5000 mts, sintes como te falta el aire y te cuesta dar mas de diez pasos. Al cabo de unas horas comienzas a descender entre valles enormes que se pierden en la distancia salpicados por montañas de mil formas y colores. El agua del deshielo forma ríos y lagos en cualquier lugar y a cada rato te encuentras pequeños pueblos donde el tiempo se ha congelado.

El primer día, tras cruzar la frontera, nos enteramos de que un tramo de la carretera estaba cortada por la nieve y que los coches no podían cruzar para recogernos. Tuvimos que esperar hasta el día siguiente con la esperanza de que cambiara la cosa; pero nada, la nieve seguía allí y todos comenzamos a dudar del éxito del viaje. Solo había una solución: cruzar a pie esa parte de la carretera, unos 12 km de subida por una carretera helada por los aludes a una altitud de unos 4500 mts de altitud. Algunos del grupo prefirieron volver a Kathmandú y el resto nos arriesgamos a cruzar ese tramo a pie. Fue una aventura guapísima patear entre montañas inmensas cubiertas de nieve y frío, notabas como te faltaba el aire en los pulmones y a cada rato tenías que parar y coger resuello. Fué lo mejor que pudo pasar, no paraba de flipar... un canario de pateo por el Himalaya!!. Luego subimos a los coches que nos esperaban al otro lado y continuamos subiendo hasta un pueblo a 5200 mts de altitud. No podía creer que alguien pudiera vivir en esas condiciones, era lo más parecido al fin del mundo que yo haya visto. El frío te cortaba la cara y el aire no llegaba a los pulmones, sin embargo los tibetanos parecían tan tranquilos... como si nada.

Ahora estoy en Lhasa, una ciudad mas moderna de lo que esperaba, de amplias calles al estilo chino donde lo más destacado es el palacio del Dalai Lama, el Potala. Aquí nadie habla inglés así que tienes q buscarte la vida para comprar cualquier cosa. A veces te encuentras en situaciones muy divertidas, como la de ayer: estuve 10 minutos para comprar un par de manzanas. Le preguntaba cuanto costaba un kilo de manzanas y me daba una manzana... no no!!... cuanto 1 kg??... y me volvía a dar una manzana... así tropecientas veces hasta que al final yo mismo pesé las manzanas y empezé a caminar, entonces fue cuando me entendió y me dijo el precio. Ahora ya tardo menos... jejeje!!


La próxima semana tiro para el sur de China en tren. Quiero rular por ese país milenario al menos 2 o 3 semanitas, quizás más... quien sabe!!. Mientras, aprovecho mi estancia en Lasha para visitar lagos y monasterios por los alrededores. Tibet está lleno de rincones de gran belleza.