Ahora estoy en El Cairo, esta es la primera vez q visito un país musulmán y es imposible abstraerse de ello, en cada esquina de esta enorme y caótica ciudad hay una mezquita, la música árabe inunda sus calles y por supuesto, no falte decir q el regateo supone una constante odisea para el foráneo despistado q nunca sabe cuanto le están timando, cada día pago un precio distinto x las mismas cosas, lo único q puedo hacer es intentar q me timen lo menos posible.
Mi viaje comenzó en el Nilo, durante varios días remonté sus aguas desde Luxor hasta Asuán en un barco q parecía un pequeño hotel flotante junto a otros muchos turistas (es increíble la cantidad d guiris q visitan este país) y cada día visitaba las ruinas de milenarios templos faraónicos (Karnak, Luxor, Edfu, etc.). De todos ellos, el templo d Karnak superó con creces mis expectativas q tenía al ver sus fotos, te sientes como una una hormigita al pasear junto a las colosales columnas q aún siguen en pie, parece q fue construido x gigantes.
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